Curso de cocina Pasta e Vino para la elaboración de pastas rellenas y gnocchis
Temas
- Distintas Masas
- Distintos Rellenos
- Distintos Formatos
Jugar con Texturas – Colores – Sabores
Como Transformar ingredientes corrientes en platos de Pasta sorprendentes
Curso Impartido por Verónica Alfageme M.
Chef y Dueña del Restaurant Pasta e Vino.
Valor del Curso: 40.000 $
Num. Maximo de participantes por curso: 4 Pers.
Materiales Incluidos.
Inscripciones abiertas
(032) 249 61 87
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¿Qué dicen de nosotros?
New York Times
Frommer's Review
The day Pasta e Vino opened its doors to the public, it became immediately clear what Valparaíso had been missing all these years: a warm, intimate ambience, fabulous cuisine, and owner-attended service. Pasta e Vino virtually launched the culinary metamorphosis in Valparaíso, and it remains the best restaurant in this city -- the reason why you'll need to make reservations days in advance. Pasta e Vino is the brainchild of a young Chilean and his Italian wife, the restaurant's chef and a woman who really understands flavor combinations and technique. The last time I was here, we ordered ginger-lime clams, squid risotto, plump salmon ravioli, a fresh green salad, and a crisp chardonnay from their outstanding wine list. I can't remember the last time I enjoyed a meal so thoroughly. The ambience is exposed brick walls and sophisticated chic, but wooden tables and a lively atmosphere keeps the restaurant down-to-earth.
Revista Qué Pasa
El más refinado y pequeño restaurante de Valparaíso se situó hace un año, a pasos del clásico Turri, en la calle Templeman del Cerro Concepción. Con espacio para 22 personas, esta moderna, condensada y cálida trattoria es el resultado del trabajo milimétrico de un italiano y una chilena con estudios gastronómicos en Islas Canarias. Su propuesta es sofisticada pero sin laberintos. Su camino es mas bien un gran atajo hacia sabores nítidos y sociables, extravertidos y persistentes. La reducida carta -que se complementa con una pequeña pizarra con los especiales del día- ofrece preparaciones italianas como lasagnas, risottos, raviolis, gnoccis y fetuccinis, además de un par de abundantes ensaladas que subrayan la nota fresca. ¿Imperdibles? Varios: la ensalada de porotos verdes y jamón serrano, tomates baby, cebolla morada tibia y vinagreta de albahaca; los raviolis crocantes negros con salmón y bechamel, salteados en curry y coco sobre cama de espinacas o los fetuccinis verdes con jamón crujiente, nueces y miel...
EMOL
Volviendo por las escaleras se da con el Pasta e Vino, un local pequeño y muy bien planeado, con cocina a la vista y diseño moderno. Los dueños son una joven pareja de italiano y chilena. El local mantiene una cocina que se define como "una evolución" de la italiana, que recoge las experiencias de ambos en España e ingredientes locales. Su fuerte es la pasta...
La Tercera
Es uno de esos sitios que los caminantes primerizos de los cerros porteños encuentran sin buscar. Lugares aparecidos a la vuelta de cualquier esquina después de la caminata y las fotografías de rigor en la ciudad patrimonial. Los dueños de Pasta e Vino abren contadas horas a la semana y eso también contribuye a esta suerte de juego del gato y el ratón. Pero en este caso resulta un buen negocio alentar el misterio y la curiosidad.
¿Interesante? Sin duda. No hay mucho espacio, pero está bien aprovechado. Su ambientación, limpia visualmente, le otorga credenciales de modernidad en medio de una zona típica: buen gancho para curiosos inseguros. Por suerte, ese balance a la vista se extiende a su propuesta restauradora.
Bien vale un reproche la carta ajada y garabateada a mano del local, pero como contrapartida, una botella de la sureña y escasa cerveza Colonos ($ 1.500) resultó un agradable golpe de efecto.Luego, un Campari Naranja helado y agridulce balanceado siguió elevando las expectativas.
La carta de comidas es principalmente italiana, respetuosa del sabor original de sus productos base y, gran punto a favor, alejada de la pesadez endémica en los restaurantes peninsulares ubicados en la zona. Eso se notó en los Ravioles de Calabaza ($ 4.800), de pasta ligera perfectamente ligada al relleno abundante y sutilmente dulzón del zapallo maduro. Por otro lado, el Spaghetti a la Carbonara ($ 4.800) no es una pluma, pero nuevamente la pasta estaba al dente, el tocino picado era abundante, delicadamente crocante y bien integrado a la masa y al huevo de la receta. Un plato lleno de personalidad...
Planeta Vino
Desde Santiago la perspectiva es distante. Pero, cada cierto tiempo, se tienen noticias de regiones, vistas desde aquí como si vinieran desde el más allá. Se supo que Pasta e Vino, uno de los mejores restaurantes de la Quinta Región, duplicó el escueto espacio disponible, tanto en su cocina como en los comedores. Y no era mito. Lo que nunca se contó fue que la cantidad de mesas, sin embargo, son hoy apenas tres más. ¿Qué pasó? Muy simple: la expansión no fue pensada en el negocio sino en la calidad de la oferta gastronómica, es decir, en pos de la comodidad de comensales y garzones. El nuevo Pasta e Vino es más amplio, sí, pero no perdió su calidez ni su encanto. Ni menos su cocina de primera, su servicio cálido y toda la poesía que Valparaíso le regala desde lo más profundo de su ADN.
La responsable de todo es Verónica Alfagueme, quien con apenas 26 años ha sabido entregar una cocina coherente y con espíritu. Trabajó en diferentes cocinas de hoteles, tanto en Chile como en Islas Canarias –donde estudió– pero no fue hasta que se instaló con su marido, el italiano Paolo Ercole, que su mano fue conocida. La agenda y la propuesta fueron in crescendo, hasta transformarse en lo que es hoy: una nítida referencia de calidad en uno de los cerros de Valparaíso con mayor potencia; el Concepción. En su nueva carta, recientemente estrenada, se pasean preparaciones mediterráneas, principalmente italianas y con énfasis, cómo no, en las pastas. Con esa pericia que no sabe de recetas exactas ni de gramajes o temperaturas calculadas, Verónica hace prácticamente cocina de mercado...
Etiquetas: cerro concepción, food, pasta e vino, valparaíso